qqLos Tratados de Libre Comercio a nivel Iberoamericano – fuente de desarrollo para América Latina.

Para reflexionar acerca de la importancia de los Tratados de Libre Comercio (TLC) en Iberoamérica como fuente de desarrollo, es necesario primero desentrañar la raíz que constituye la necesidad de los países a suscribir los mismos. Al indagar en las situaciones sociales, políticas, jurídicas, culturales y demás, se observa que es a raíz de la globalización que se ha debido regular el libre comercio para crear más y mejores espacios de competencia a un nivel regional.

Se debe entender que la globalización proceso que por tener la naturaleza de irreversible, es un fenómeno universal e indudablemente inevitable, cuyos efectos buscan la integración en todo ámbito, para lograr resultados positivos con los que se logre reducir las asimetrías existentes en la sociedad. Si bien la globalización tiene efectos negativos, asimismo tiene muchos efectos positivos, constituyendo un fenómeno que a pesar de ser constantemente criticado de forma negativa, tiene un poder efectivo con el que se podría lograr cambios sociales en una dimensión mundial, si los Estados o incluso las personas a nivel individual denotaran dicho potencial poniendo atención a dicho fenómeno como proceso cambiante e integrador. Para lograr estos cambios, los tratados de libre comercio se deben tomar en cuenta como la herramienta ideal, para lograr un impacto social que genere desarrollo a través del comercio.

Desde un punto de vista propio, los tratados de libre comercio, son promotores del desarrollo, y son un mecanismo de estimular el derecho al mismo en un marco de igualdad. Se debe precisar también que no solo se trata de acuerdos bilaterales, sino que pueden versar como un conjunto regional o multilateral.

Como cualquier herramienta de aplicación ya sea social, económica o jurídica, los tratados de libre comercio no son perfectos, pero cabe notar que estos buscan que los países Parte puedan competir de una forma simétrica pero proporcional a sus posibilidades con otros países con mayores medios y recursos. Si los países suscriptores toman en cuenta uno a uno los aspectos que se buscan integrar en los tratados de libre comercio, es probable que se logren implementar los mismos de una forma positiva para el desarrollo de una población.

Los tratados de libre comercio, a pesar de liberar el mercado y crear una competencia más equilibrada entre sus suscriptores, también contienen ciertas regulaciones proteccionistas indirectas que protegen los intereses nacionales de un país para contrarrestar cualquier práctica que contravenga el derecho al desarrollo. Es necesario que los países latinoamericanos analicen antes de negociar un tratado de libre comercio, todos los puntos débiles de los distintos ámbitos sociales que en lugar de propiciar el desarrollo puedan perjudicar al mismo. Al mismo tiempo, la región iberoamericana debe analizar que cada uno de sus integrantes sufre distintas situaciones que conllevan a la falta de desarrollo, como lo sería la corrupción en el gobierno, la mala aplicación de políticas públicas, la constante globalización que no se sabe aprovechar, la falta de justicia, la ingobernabilidad que algunos países sufren entre otras realidades que se viven. Es por esto, que los tratados de libre comercio se deben considerar como una herramienta que si es bien aplicada, puede tener efectos positivos, no solo en el desarrollo de una nación sino asimismo a un nivel de persona individual, como es la creación de empleos, más ingresos a los hogares, mejor educación, entre otros.

Al respecto, Marco Tulio Juárez expone que “para Guatemala, la negociación de tratados de libre comercio es el cimiento de la política de comercio exterior y de apertura de mercados que, con políticas de aplicación de competitividad sistémica, se busca lograr el pleno desarrollo del país.” Cada país debe aprovechar las oportunidades de ingreso a otros mercados, para incrementar su competitividad, su productividad y sobretodo mejorar la especialización y calidad de productos.

Desde un punto de vista subjetivo, sería erróneo hablar de un desarrollo a nivel regional aplicando solamente como herramienta a los tratados de libre comercio, es necesario visualizar el desarrollo desde la perspectiva de cada país, puesto que cada uno tiene necesidades, fortalezas y debilidades distintas. El comercio internacional se rige basicamente por las mismas reglas o principios, pero debe haber un interés nacional por proteger ciertas disposiciones más que a otras, por lo que las consultas a los distintos sectores sociales es un paso vital e imprescindible.

Es importante mencionar, que son varias las corrientes y pensamientos que se contraponen a que los tratados de libre comercio son una herramienta de desarrollo, respecto a estas variantes es porque no han funcionado ciertas disposiciones integradas en los mismos. Al analizar la situación de cada país, no se trata de priorizar y desarrollar solo ciertos sectores de la población, el comercio abarca dentro de los TLC’s un espacio más amplio que solo el mercado y la economía. Hoy en día dichos instrumentos abarcan cuestiones como lo seria los derechos humanos, buscando cada país proteger a sus sectores mas susceptibles y vulnerables de sufrir alguna desigualdad ante la asimetría internacional. Se puede deducir que el problema radica en que no se ha sabido negociar de una manera eficaz y efectiva con todos los sectores internos para detectar fallas futuras en ámbitos sociales, derivadas de prácticas sociales. Es aquí donde se crean pensamientos de naturaleza contraria al objetivo de los TLC’s, por lo que los atacan constantemente de su ineficacia de aumentar el desarrollo y bienestar cualitativo de la población.

Maynor Cabrera y Juan Alberto Fuentes, reflexionan diciendo que “la liberalización del comercio (por la vía de un tratado de libre comercio como el CAFTA) puede contribuir al desarrollo humano cuando se cumplen dos condiciones generales: primero, la liberalización del comercio contribuye al crecimiento del ingreso y, segundo, el crecimiento del ingreso fortalece las capacidades de las personas para llevar el tipo de vida que valoran.”

Si se analiza dicha contribución referida por el autor, se denota que el Derecho al Desarrollo se puede lograr mediante el libre comercio. Por ejemplo, si se libera el comercio de un producto en específico, la persona o empresa que lo produce al encontrarse con mayor competencia, debe mejorar la calidad y cantidad lo que se traduce en mejores ingresos en el momento del intercambio. En el momento que la empresa o persona tiene más ingresos, puede contribuir mediante su economía al fortalecimiento de las personas que trabajan para dicho sector, incrementando sus prestaciones lo que posteriormente dicha persona invertirá en educación, salud, vivienda y demás necesidades fundamentales para su pleno desarrollo. Es por esto que el Derecho al Desarrollo implica una cadena de liberalización no solo del comercio sino de oportunidades que por sí solas se complementan logrando el bienestar de una persona.

Al desprender lo analizado, y como respuesta a la globalización, los tratados de libre comercio al ser negociados en un marco justo, tomando en cuenta todos los sectores de la población, se puede lograr un desarrollo integral por medio del libre comercio en condiciones proporcionales tomando en cuenta siempre la asimetría existente entre dos países.

Por: Ana Lucía Chacón Granados.

PERPETUAL FIDEICOMISOS

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